Cuentos ecuatorianos

César Dávila Andrade (1918-1967) fue un destacado poeta y narrador ecuatoriano, reconocido por su profunda sensibilidad y por su estilo único que fusiona lo lírico con lo existencial. Nació en Las Palmas, Ecuador, y desde su juventud mostró un gran interés por la literatura, lo que lo llevó a convertirse en uno de los escritores más emblemáticos de su país.

Desde muy joven, Dávila Andrade se trasladó a la ciudad de Quito, donde se sumergió en el ambiente literario y cultural de la época. En 1938, publicó su primer libro de poesía, “La trama”, que atrajo la atención de críticos y lectores por su originalidad y profundo contenido emocional. A lo largo de su vida, su obra fue marcada por una búsqueda constante de la verdad y la belleza, temas recurrentes en su poesía.

Uno de los aspectos más interesantes de la obra de Dávila Andrade es su relación con el existencialismo. Influenciado por corrientes filosóficas europeas, sus textos a menudo reflexionan sobre la soledad, el sentido de la vida y el sufrimiento humano. En su libro más conocido, “Los elementos del desastre”, publicado en 1949, aborda estos temas con una voz poética que resuena profundamente en el lector.

• El estilo de Dávila Andrade es caracterizado por:
• Una profunda introspección.
• Imágenes vívidas y simbólicas.
• Una estructura versátil que combina lo libre con lo formal.

A lo largo de su carrera, Dávila Andrade recibió numerosos reconocimientos y premios, consolidando su lugar en la literatura ecuatoriana. Su obra no solo se limita a la poesía; también incursionó en la narrativa, escritura de ensayos y crítica literaria. Su enfoque diverso contribuyó a su desarrollo como un autor integral y versátil.

En el ámbito personal, César Dávila Andrade tuvo una vida marcada por la lucha interna y la búsqueda de su identidad. Su vida fue compleja y estuvo matizada por períodos de angustia y melancolía, lo que se refleja en la intensidad de su obra. En 1967, cuando apenas contaba con 49 años, su vida se apagó, dejando un legado literario inigualable que continúa influenciando a futuras generaciones de escritores y poetas en Ecuador y más allá.

Hoy en día, César Dávila Andrade es considerado una figura fundamental en la literatura latinoamericana y su poesía sigue siendo estudiada y celebrada por su capacidad de confrontar al lector con las realidades más profundas de la existencia humana. Su obra ha perdurado a lo largo del tiempo, reafirmando su lugar en el canon literario ecuatoriano.

En conclusión, la vida y obra de César Dávila Andrade representan un reflejo de las inquietudes y aspiraciones del ser humano frente a un mundo a menudo hostil. Su legado literario sigue vivo, recordándonos que la poesía es un vehículo para explorar los misterios de la vida y la condición humana.

En un juicio que versaba sobre la caza furtiva de animales, el procesado era un cazador que había sido sorprendido cuando daba cuenta de varios conejos. El interrogatorio del acusado, como es preceptivo, lo inició el fiscal: Dígame, ¿no es verdad que usted cazó los tres conejos muertos? interpeló el responsable de la acusación pública. Bueno, la verdad es que cuando los cacé estaban vivos respondió el procesado.

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"Cortitos y al papel", así llamo a mis escritos, el conjunto de todos ellos es este libro. Consta de cuatro secciones: Amor, desamor, ser y reflexiones. No hay que seguir un orden, se puede empezar y terminar por donde el lector elija, el recorrido es personal. Son escritos cortos, diversos y espontáneos que nacieron del dejarme llevar por mis pensamientos y mis sentimientos en cada momento. Cada escrito es un momento y el total de ellos una historia. Una historia que refleja todo lo que se puede sentir y pensar y en donde la inspiración hace su parte para ponerlo en palabras.

Villarroel dio a su actividad literaria un carácter utilitario, publicó sus obras «con el beneficio de la suscripción». Incluso reconocía que el propósito último de publicar libros era económico: «Tú dirás que Torres ha hecho negocio en burlarse de sí mismo y yo diré que tienes razón como soy cristiano».