La esposa de Caín, La hija de Lilith

Dios plantó el árbol de la vida en el jardín del Edén. Matusalén vivió 969 años. Los patriarcas vivieron vidas comparables. Los reyes Sumerios vivieron vidas aún más largas. Otros pueblos antiguos cuyos descendientes se convirtieron en Indios llamaron al jugo de las hojas del árbol de la vida Soma y lo bebieron para aumentar su esperanza de vida. La inundación de Noé destruyó el árbol. El rey Gilgamesh lo buscó y encontró un poco debajo de las aguas de la inundación. Pero el Árbol fue destruido para siempre y Dios nos dijo que limitó nuestra duración de vida a 120 años....

Itinerario por el Antiguo Testamento Este curso práctico de iniciación pretende ayudar a comprender lo esencial de la fe de Israel en el marco de su historia y favorecer una lectura creyente en la cual la experiencia religiosa israelita fundamente y aclare la vida cristiana. Un verdadero itinerario por el Antiguo Testamento.

Frutos de mi relación con Dios está compuesto por frases acompañadas de citas bíblicas, reflexiones de ciertos temas y pensamientos que reflejan mi experiencia personal con Dios. Hoy en día es importante que, como cristianos, podamos cumplir con el mandato de Dios de llevar su mensaje de amor y esperanza a través de su hijo Jesucristo. Quiero darle la honra y la gloria a Dios porque no son mis pensamientos, ni mis palabras, sino las de él.

book to revive our Christian experience, free it from prefabricated clichés and allow it to develop fully with the heat of God’s Word. The loving closeness of Jesus, the admiration before all the created world, the value of living and following in fidelity, the trust and joy of some keys that can take us from the mountain of isolation to the plain where we live the encounter with Jesus and with our brothers and sisters.

Amy Orr Ewing en ¿Dónde está Dios en todo el sufrimiento? nos habla de cómo el sufrimiento y el mal nos afectan a todos, tanto a nivel general, al contemplar un mundo lleno de injusticias, catástrofes naturales y pobreza, como a nivel personal, al experimentar la pena, el dolor y la injusticia. Y la forma en que pensamos y procesamos la realidad del dolor está en el centro de por qué muchas personas rechazan a Dios.