En la cuneta

Huyendo de su familia, la bella Katherine Maxwell se traslada a la soleada California para casarse. Pero la fatalidad se ceba en el matrimonio y, una semana después de la ceremonia, Tobias, su marido, es asesinado. Es entonces cuando interviene Damián de la Sola, el mejor amigo de Tobias, quien decide proteger a Katherine y ocuparse de que no corra ningún peligro. Damián no lo hace sólo por la memoria de su aliado estadounidense. Desde el momento en que vio a Katherine bajar del barco que la traía desde Boston, arde en deseos por la adorable esposa de su mejor amigo. Pero Damián de la...

Hace cuatro años Christian había mentido y separado a su ex novio Alex, de su nuevo amor. Él no era así, él no hacía esas cosas, pero estaba herido, dolido, furioso y actuó sin pensar.Desde entonces su vida amorosa iba de un fracaso a otro sin parar, Christian cree que es su karma persiguiéndolo, no cree merecer que nadie lo ame por lo que ha hecho, porque en su corazón sabe que no hay manera de que sus acciones queden sin castigo.A Alen, el sexy e hiperactivo jovencito que cautiva a Christian, no le faltan los hombres, los últimos años ha sido bastante promiscuo. Pero no quiere...

Carmen Blanco, Emilia Pardo Bazán, Blanca de los Ríos, Cándida López Venegas, Carmen de Burgos, Eulalia Martínez, Caterina Albert, etc. A finales del siglo XIX y comienzos del XX la presencia de la mujer en el mundo de las letras era muy escasa. Así, varias generaciones de escritoras se vieron obligadas a luchar durante décadas contra el paternalismo, el proteccionismo y la condescendencia, cuando no el franco rechazo o el desprecio de la sociedad y de sus propios compañeros literatos. Reunimos en este volumen varios relatos escritos por escritoras finiseculares con prólgogo y notas...

ACERCA DE ESTE LIBRO: SI NO QUIERES LLORAR, ¡NO LO LEAS! Hacía tres días desde que ella recibió ese e-mail. Tres días durante los cuales luchó entre responderlo o fingir ignorarlo. Tres días en los que no hizo más que pensar en qué escribir con tal de salir victoriosa de una pelea que nunca terminaba. Al cuarto día, nada más se hacía necesario: el remitente estaba muerto. Aunque ella respondiera a ese e-mail, su respuesta jamás sería leída. «¿Pensó en mí antes del fin? Nunca sabré. ¿Qué nos hubiera pasado si yo hubiera respondido a ese e-mail? Nunca sabré.»