María Faustina Kowalska, nacida el 25 de agosto de 1905 en Głogowiec, Polonia, es conocida como la apóstol de la Divina Misericordia. Desde temprana edad, sintió una fuerte llamada a la vida religiosa y, después de varios años de discernimiento, se unió a la Congregación de las Hermanas de la Virgen de la Misericordia en 1926. A lo largo de su vida, experimentó visiones y revelaciones que la llevaron a profundizar en el misterio de la misericordia de Dios.
Su vida fue marcada por sufrimientos personales, incluyendo problemas de salud que la acompañaron hasta su muerte. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, se dedicó incansablemente a servir a Dios y a los demás, especialmente a los pobres y marginados. A través de sus escritos, que incluyen el famoso Diario de Santa Faustina, dejó un legado espiritual que ha resonado con millones de personas en todo el mundo.
En sus visiones, Faustina recibió mensajes directos de Jesucristo, quien le pidió que promoviera la devoción a la Divina Misericordia. En 1931, tuvo una revelación notable en la que vio a Jesús con los brazos abiertos, mostrando los rayos de luz que representan su amor y misericordia. Esta imagen se convirtió en un símbolo central de su devoción.
- En 1935, Faustina escribió sobre la Fiesta de la Divina Misericordia, que se celebra el primer domingo después de Pascua.
- También fue instrumental en la propagación de la oración de la Coronilla de la Divina Misericordia, que se reza para obtener la misericordia de Dios.
Después de años de sufrimiento y dedicación, María Faustina falleció el 5 de octubre de 1938 a la edad de 33 años. Su vida y enseñanzas fueron reconocidas oficialmente por la Iglesia Católica, y fue canonizada por el Papa Juan Pablo II el 30 de abril de 2000. Desde entonces, su figura ha sido una gran fuente de inspiración para los fieles, y su mensaje de misericordia sigue siendo relevante en el mundo moderno.
Hoy en día, la devoción a la Divina Misericordia continúa creciendo, con millones de personas que participan en la oración y la celebración de la Fiesta de la Divina Misericordia. La vida de María Faustina Kowalska nos recuerda la importancia de la misericordia en nuestras vidas y el llamado a ser instrumentos de esta virtud en el mundo.