Cristina, hija de Lavrans/2: La Mujer

«Había aceptado como su destino, destino que debía soportar pacíficamente y sin flaquear, que todo descansara sobre ella. También se había esforzado en ser paciente y aceptar sin flaquezas las condiciones de su vida todas las veces que sentía que había un nuevo hijo en sus entrañas: siempre, siempre. A cada hijo que aumentaba su grupo, experimentaba que ella iba siendo más y más responsable del bienestar y de la seguridad de la familia. (...) Y, no obstante, se daba cuenta esta noche de que era la misma Cristina de Joerundgaard que jamás había podido soportar una palabra dulce e...