Aromas del Zen
En la más profunda arteria del ser humano late una nostalgia. En su fondo inconsciente resuena aún la música callada de su origen olvidado, y la añora; aunque también la niega y la rechaza. Esa es su tragedia; también, la razón de que siempre se halle activo, persiguiendo a tientas eso que intuye, eso que le atrae y que a la vez censura. Así vive -si a eso puede llamarse vida-, extravertido, dormido, de espaldas al su Verdadera Naturaleza. Sin embargo, en medio de su sinsentido, allí, en lo más profundo del corazón de cada hombre y de cada mujer, sigue palpitando una Noticia. La...