Ya sea cristiana, judía o musulmana, tolerante, ilustrada o fundamentalista, cualquier religión monoteísmo es hija de una revolución religiosa acaecida hace 3.000 años: el paso de la multiplicidad de dioses al Dios único, absoluto y omnicomprensivo. Jan Assmann llama a ese desplazamiento la «distinción mosaica». El autor describe los cambios los cambios fundamentales que determinaron la traumática ruptura que supuso el paso del politeísmo al monoteísmo, de una religión primaria comunitaria a otra secundaria de carácter universal. Este cambio no solamente tiene un sentido...