El Apartheid filosófico ha segregado las aguas negras de las que bebió el iniciático pensamiento griego. El trazo del Nilo con origen en el lago Eduardo, revela el brotar de una “actividad pensante” –con la genialidad Ishango- que habría de difundirse a lo largo y a lo ancho de África, y desde Egipto, cruzar el Mediterráneo rumbo al Egeo. Esa relación África-Europa des-oculta la histórica lucha colonialista que el norte ejerció y aún ejerce sobre el sur, ampliando las fronteras de una esfera por la que no es dado pensar en lo oculto (Amón) o en la tensa luz que elucubra...